Estamos integrados en la red de baso-eskola que gestiona el Ekogune de Toki Alai; los niños juegan, investigan y estudian en el bosque que hay detrás de la escuela de Arbes.
El bosque se convierte en una herramienta para trabajar la independencia y la autoestima de los niños y niñas y los contenidos que se trabajan son los integrados en el currículo. Además, la naturaleza también puede utilizarse para el aprendizaje de conceptos más abstractos, como las matemáticas, la comunicación o cómo no, el cuidado y el respeto de la naturaleza.
Los beneficios que ofrece el modelo de escuela forestal son muchos. Otros son:
Desarrollo de la lengua; se fomenta el diálogo a todos los niveles (alumnado, educador-alumno). Esta pedagogía de la escucha activa es básica para que los niños y niñas sean conscientes de sus intereses y virtudes mientras se da un desarrollo emocional e intelectual.
Nuestros niños pasan cada vez menos tiempo en la calle y el tiempo que tienen para el juego libre también es limitado. Esto plantea varios problemas. Para hacer frente a esta preocupación, se han empezado a desarrollar modelos educativos más verdes en muchos países y nosotros también hemos querido incorporar nuestras ofertas educativas.